Abantos - Pista forestal desde San Lorenzo de El Escorial
Se trata de uno de los puertos míticos de nuestro territorio y de la Vuelta a España, donde han ganado corredores como Roberto Laiseka o Roberto Heras. Es una ascensión caracterizada por la dureza de sus rampas a lo largo de toda la subida que, sumado a sus más de 11 kilómetros, hacen de este puerto, un auténtico reto para todo ciclista que lo quiera subir.
Nuestra ascensión comienza en pleno San Lorenzo de El Escorial, y es aquí donde vamos a descubrir lo que nos espera, pues durante los dos primeros kilómetros nuestras piernas tendrán que superar rampas de hasta el 14% que impedirán cualquier alegría en el pedaleo. Pasada la primera dificultad, los siguientes dos kilómetros se mantienen constantes en torno al 7% con alguna dificultad al 11%. Es importante no cebarnos en exceso en esta primera parte de nuestra aventura, pues lo más duro está aún por llegar.
La subida del Monte Abantos transcurre por una pista forestal que nos introduce en un bosque de pinares, donde las curvas de herradura añaden un encanto especial y nos hacen recordar otras cimas míticas del ciclismo.
Una vez hayamos avanzado hasta el quinto kilómetros de ascensión, llegaremos a un tramo que nos vendrá como anillo al dedo para recuperarnos del esfuerzo, pues son dos kilómetros prácticamente llanos e incluso con alguna bajada que nos forzará a emplear los frenos de nuestra bicicleta.
Una vez superada la primera mitad de ascenso, comienza la verdadera dificultad de este puerto. Las rampas iniciales de los kilómetros 7 y 8 no bajan nunca del 5%, llegando a alcanzar el 13% en algún sector, pero es el kilómetro siguiente el que marcará el éxito de nuestra ascensión, pues en él la pendiente media es del 11% con rampas que llegan hasta un increíble 17% y que se continúa con un tramo del 7% que no permite ni mucho menos un descanso. Una vez culminada la mayor dificultad, llegaremos al Alto de Malagón, punto desde el que aún nos restan un par de kilómetros por superar para llegar al mítico Abantos.
La parte final de nuestra aventura no es ni mucho menos relajada y no debemos dejarnos engañar por la carretera, ya que la pendiente se mantiene constante en torno al 6% casi hasta el final, con curvas en herradura que nos hacen exprimir las pocas fuerzas que nos quedan para llegar a la cima, punto que limita con la provincia de Segovia y en el que damos por finalizada nuestra aventura.